El agua me llega al cuello, pero sigo respirando

Cuerpos de niños pero miradas de adultos. Mi realidad es tan dura que ni si quiera podríais llegarla a imaginar, y con suerte jamás tendréis ni si quiera algo parecido en lo que pensar. Me muevo en un mundo que no es el mío, fingiendo, andando de aquí para allá con postura de la alta sociedad pero mirando al suelo. De donde vengo me enseñaron que si lo pierdes de vista lo único que conseguirás es estamparte contra él. Vivo luchando, agarrando con las uñas y los dientes, alerta, apretando la mandíbula para mantener la tristeza dentro. Y aguanto los suspiros y las lágrimas,

intento engañar a mi alma con esta sonrisa demacrada. Miro a mi familia y veo a los héroes de los cuentos que luchaban hasta el final, veo a la gente de mi alrededor y me acurruco entre su ignorancia de la vida, fantaseando con sufrir solo sus problemas. Mis letras estan empapadas de pena, pero tintadas de fuerza, siempre.