sábado

Aparta la mirada hacia un mundo mejor

No quiero escuchar ya la risa en tu voz, ni las mentiras maquilladas. Déjame, sola, que es como en el fondo debería haber estado todo este tiempo. 
Ni tus débiles respiraciones invitándome a la calma, ni el brillo travieso de tus ojos haciéndome un hueco a tu lado. Nada.  
Estamos jugando sucio, pero en el campo equivocado. 
Estamos haciéndonos daño, pero uno de los dos lleva chaleco antibalas. 

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