jueves

Esconded los objetos punzantes y afilados. O acercádmelos a la garganta

Nunca me han gustado las complicaciones (me hacen competencia).
Siempre he sido de rogarle a la Luna en susurros que nos alumbre un poco más flojito y de pedirle al viento que revuelva lo que se trate de interponer en un espacio mucho más que salvable. 
Más de mirar a los ojos y mostrar todos los platos que he roto que de esconderme tras te quieros de barro impregnados en el veneno del temor a estar solo.
 Quizás porque jamás conocí ese temor.
(nunca me ha dado miedo mi propia compañía) 
Nunca. 
Siempre. 
Siempre más fanática de la música que suena al tocar un pentagrama de lunares que de romper con gritos la voluntad de quienes me rodean. 
Enganchada al sonido de una voz cuando las palabras se resisten y ronronean en las cuerdas vocales, vacilando para dejarme con las ganas.
Y puede que sea por las veintiocho cicatrices que me desgarran desde el lumbar, o por tener a la desconfianza tocando el timbre todas las tardes, pero la espada que corta los lazos que me recomponen está siempre afilada. 
La cuestión es, si está, o no, desenvainada hoy.

2 comentarios:

  1. " Más de mirar a los ojos y mostrar todos los platos que he roto que de esconderme tras te quieros de barro impregnados en el veneno del temor a estar solo.
    Quizás porque jamás conocí ese temor.
    (nunca me ha dado miedo mi propia compañía)
    Nunca.
    Siempre. "
    Me identifico con esta parte y quizá por eso me ha gustado tanto.
    Un texto genial.
    http://bailandoenlacornisadelpiso23.blogspot.com.es/
    Un beso enorme

    ResponderEliminar
  2. Me encanta, simplemente me encanta. Me siento bastante identificada con lo que has escrito aquí.
    Te he nominado en mi blog (eldiariodeazarie.blogspot.com.es) para el premio Liebster, espero que te pases y le eches un ojo.
    Un beso!

    ResponderEliminar