Cierra los ojos, haz aquello que no haces desde hace tanto tiempo. Respira. Respira hondo, llena tus pulmones como cuando buceabas de niño y tenías miedo de quedarte sin aire ahí abajo. Siente. Siente todo lo que ocurre a tu alrededor, cada brisa, cada persona, cada vida que corre manteniendose vivo a cada instante. Observa. Mira más allá, sé capaz de ver lo que otros ignoran, estate atento a cada hermoso detalle que te da la vida. Esucha. Cállate, cierra la boca y oirás hasta los gritos que la gente calla.
No escribo para agradar a nadie, ni si quiera busco agradarme a mí misma. Escribo para poner en práctica todo lo dicho anteriormente, para respirar hondo, sentir cada momento, ver todos los detalles y aprender a escuchar. Sé que puede parecer un consejo tonto y simple, pero a veces nos olvidamos de realizar estas acciones porque nos parecen obvias, sin darnos cuenta de que lo que hacemos, es obviarlas.
No está nunca de más repasar lo que necesitamos, esas pequeñas cosas que nos llevarán a disfrutar cada día, cada hora, cada minuto y cada segundo.
ResponderEliminarNo escribas para agradar a nadie si no quieres, basta con que vos te lo creas.
Besos delirantes.-