Soy así, y punto. Y jódete ya de paso.

Tengo mil defectos, mil manías y una autoestima que no siempre juega en mi bando. No me gusta el ruido, aunque sí la música, odio las verduras como una niña pequeña y padezco fobia a los insectos. Adoro los días de lluvia, pero también los de sol, es fácil hacerme feliz, me conformo con pequeñas cosas en esta vida. Exijo poco a los demás, pero quizás demasiado a mi misma. Nunca quise viajar a Nueva York ni me ha conquistado nadie haciéndose el duro. Hablo mucho sola, puede que demasiado, pero a estas alturas he descubierto que la única persona capaz de guardar mis secretos soy yo misma. Me gusta pasar frío para poder calentarme después con una manta, unos calcetines y un buen café. Soy capaz de estar ocho horas seguidas con la nariz metida entre las páginas de un libro soberbio, y mantenerme despierta hasta la madrugada volando con tacones de aguja.